Clasificación de marcas: más allá de productos y servicios

Al iniciar el proceso de registro de una marca, uno de los aspectos técnicos más relevantes —y muchas veces pasados por alto— es la clasificación internacional bajo la cual se presenta la solicitud. En Colombia, como en la mayoría de países del mundo, dicho sistema corresponde a la Clasificación de Niza, una herramienta clave para definir el alcance legal de la protección marcaria.

¿Qué es la Clasificación de Niza?

La Clasificación de Niza es un sistema internacional adoptado por el Arreglo de Niza (1957), administrado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Establece 45 clases de productos y servicios, divididas así:

• Clases 1 a 34: productos.

• Clases 35 a 45: servicios.

Cada clase agrupa sectores específicos de la economía (por ejemplo, la Clase 25 para ropa, la Clase 41 para educación y entretenimiento, o la Clase 35 para servicios de publicidad y comercio).

¿Por qué es importante esta clasificación?

Cuando registras tu marca, no estás adquiriendo protección absoluta sobre el signo en todos los sectores, sino únicamente en las clases solicitadas. Por ello, elegir correctamente la(s) clase(s) donde tu marca opera comercialmente es esencial para que el registro tenga valor jurídico real y se ajuste a tu actividad económica.

Además, la clasificación permite:

• Determinar si hay otras marcas similares registradas en la misma clase.

• Evitar rechazos por conflictos con signos preexistentes.

• Identificar oportunidades de expansión marcaria en otras clases o sectores.

¿Puedo registrar la misma marca en varias clases?

Sí. De hecho, muchas empresas protegen su marca en múltiples clases para cubrir diferentes líneas de negocio o anticipar futuros desarrollos. Cada clase constituye una solicitud independiente, lo que permite una protección más estratégica y completa.

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